viernes, 17 de mayo de 2013

Antes de ellos...

Antes de mis hijos yo no sabía lo que era una ciática...ni una náusea ni un ardor...

Es más, antes de ellos, no sabía lo que era tener cuerpo de "pera" ni sabía que nunca jamás de los jamases volvería a dormir hasta que me dolieran los ojos...

Antes de ellos me daba "pena" pasar una tarde sola, sin plan a la vista y sin nada atractivo que hacer...

Antes de meterme de pleno en el mundo maternal yo era más amiga de mis amigas de lo que soy ahora. Y lo siento..y no es que no las quiera o las eche de menos, es que parece como que desde el día en que me pusieron en el pecho a esa personita enana de poco menos de tres kilos, mi vida anterior hubiera dejado de existir...

Todo cambió y ahora muchos días tengo que desconectar y pensar que hay algo más ahí fuera que ellos dos...Gente que me quiere, que me necesita o que simplemente me echa de menos...

Me siento una privilegiada porque aún así, ellas no me decepcionan. Siguen estando ahí ante cualquier llamada, ante cualquier contratiempo...Están ahí para darme un abrazo o para simplemente decirme que no me preocupe...

Pero como pasa el tiempo tan rápido?...

Antes de mis dos retoños y de este otro que llevo en mi interior, yo era capaz de tirarme una tarde entera tirada a la bartola leyendo un buen libro...No tenía preocupaciones, ni quehaceres obligados ni nada por el estilo que no fuera primero esudiar y después trabajar...

Hasta que llegaron ellos y mi mundo cambió, mi cuerpo cambió y mi vida, como hasta ahora la había conocido había pasado a un segundo plano...

Ahora, una tiene las "cicatrices" de la maternidad...Que estas no son sólo las que te quedan en el cuerpo, como las estrías, una barriga que ya nunca vuelve a ser lo que era, un pecho que nunca jamas de los jamases volverá a su estado inicial...una incontinecia urinaria que me trae por la calle de la amargura...no. No sólo me refiero a esas cicatrices...

Sino a las que llevas impresas en el alma para siempre. Esa preocupación axfisiante porque nunca nada malo les pase...o no quitarle ni medio segundo la vista de encima por miedo a que se pierdan, se caigan o lo que es peor, te los quiten...Esa sensación de hacer algo sin ellos y mirar continuamente el reloj...para ver si habrán comido bien, si se habrán lavado los dientes o si te estarán echando de menos...

El caso es que luego ellos, muchas veces, ni te extrañan...Una se va a una boda sin ellos como la que se va al infierno por dejarlos con la abuela...sin su abrazo maternal y sus besos a todas horas...Y resulta que luego ni se ponen al teléfono...

Porque los hijos son así...A veces no nos damos cuenta de lo pesaditas que nos ponemos las mamis...Y ellos tan tranquilos...

No como el padre de las criaturas, que no digo yo que nos lo adore por encima de todas las cosas sino porque él tiene los "viernes" como día de chicos...y no aparece en todo el día...

Me replica que yo también lo haga..un día de "chicas"...que él se queda con los niños encantados de la vida...Y le digo que sí, que yo también lo voy a hacer..y me convenzo de ello pero entonces...

¿Por qué no soy capaz de encontrar un día para hacerlo?...

Besos desde el Sur

Feliz viernes

2 comentarios:

  1. Igual, exactamente igual...
    Un beso, y feliz fin de

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  2. que por qué no eres capaz??? pues yo te lo digo.......porque no te fiás ni un pelo de nadie que no seas tu......porque piensas que te van a echar de menos aunque sea por unas horitas...y seguro se ponen malitos en ese justo momento.....porque.....los quieres más que a nadie......y te sientes culpables de "abandonarlos" por una fiesta...por eso!!!

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